Por el coronavirus conceden cautelar para reprogramar un viaje sin costo adicional para el consumidor

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El Juzgado Contencioso Administrativo de San Juan admitió una medida cautelar que procura la reprogramación del viaje a Europa contratado por las actoras sin penalidad o costos adicionales, pues los lugares de destino se encuentran seriamente comprometidos por la transmisión viral de la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud.

En el caso “Ibáñez, Mariela y otros c/Falabella Viajes y Latam Airlines Group s/amparo”, las actoras promovieron una acción de amparo contra Falabella Viajes y contra Latam Airlines Group con el objeto de que se ordene la suspensión de los efectos del contrato firmado por el cual se abonó la totalidad del viaje pactado para comenzar el día 13/03/2020 a Europa (España, Italia y otros destinos), hasta tanto estén dadas las condiciones de seguridad y salubridad para las pasajeras y asimismo se mantengan las mismas condiciones y precios que se pactaron en su oportunidad.

Fundan la pretensión en la situación provocada por el coronavirus que afecta a los países programados en el viaje, que se encuentran infestados y, en particular, Italia.

Señalan que adquirieron el paquete de pasajes de avión por Latam y un tour por Europa con una empresa denominada VPT (Turismo para todos) y que en el actual estado de alerta mundial por el riesgo de contraer la enfermedad, todas las empresas de turismo y las líneas aéreas están haciendo reprogramación de sus vuelos sin costo alguno; no así las demandadas.

Destacan que expusieron dicha preocupación a través de mensajes de Whatsapp al agente de viajes, pero que no recibieron respuesta.

Que, en todo caso, deberían pagar una penalidad de u$s200 cada una de las pasajeras, más lo que cobre la empresa de turismo, o en su defecto, perder el 80% del valor del viaje si solicitan la devolución. Es decir, que se las pone en la encrucijada de exponerse seriamente a un daño en la salud e incluso la vida de una de las actoras (que tiene 76 años de edad), o pagar la suma de u$s1.200 para no perder el pasaje.

Para la jueza Adriana Tettamanti, correspondía hacer lugar a la medida cautelar hasta tanto cesen las condiciones de salubridad imperantes que son producto de una fuerza mayor, ajena absolutamente a la voluntad de las contratantes, ya que cuando suscribieron el contrato no existía siquiera amenaza alguna sobre el virus que ha sido declarado pandemia.

En momentos de crisis, el turismo ha sabido asumir su responsabilidad como parte integral de la sociedad y es consciente de que las personas y su bienestar han de ser su máxima prioridad, por lo que la cooperación del sector turístico será vital para detener la propagación del virus y limitar su incidencia en las personas y las comunidades; también los turistas, por su parte, tienen la responsabilidad de informarse antes de viajar para limitar el riesgo de transmisión, y deberían seguir las recomendaciones de la OMS y de las autoridades sanitarias de sus respectivos países”, explicó la magistrada.

Y remarcó que “la propagación mundial de la pandemia ha generado la flexibilización de las políticas comerciales de las aerolíneas y, por ello, la reprogramación de vuelos, sin que el cliente tenga que pagar una penalidad, y entre las aerolíneas que modificaron sus políticas de cambios y cancelaciones se encuentra la contratada por las actoras”.

En cuanto al peligro en la demora destacó que surge palmario, en razón de la inminente salida del viaje previsto para el próximo viernes 13 de marzo de 2020, por lo que la tramitación del proceso de amparo hasta la sentencia definitiva, a pesar de su naturaleza sumarísima y plazos abreviados, frustraría el derecho que las actoras pretenden proteger.

Debido a la catarata de quejas frente al “desentendimiento” de las agencias y a la falta de respuestas concretas, la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo se excusó con que solo son “gestores intermediarios” y explicó que “no son responsables de las políticas de cancelaciones y reprogramaciones, ni son quienes cobran las penalidades”.

Cualquier penalidad que se cobre está vinculada a las políticas de cancelaciones y reprogramaciones que dependen exclusivamente de las compañías aéreas, hoteles y demás proveedores directos del servicio, no de las agencias de viajes y turismo”, dijeron.

Más allá de que las líneas aéreas -principalmente de bandera europea- anunciaron que están flexibilizando sus políticas de reprogramación para que los pasajeros tengan mayor tranquilidad al momento de comprar un pasaje, son muchos los que se quejan del dinero que hay que desembolsar a la hora de hacer uso del ticket cancelado.

Fuente: Erreius